Artículo para El Diario El Luchador.
La melancolía es una de las energías que más circula en los últimos días del año y cuando menos te lo esperas… suass… estas en melancolía sin saber por qué. ¿Quién no ha hecho un recuento a final de año? ¿Quién no recuerda viejos tiempos? ¿Quién no ha derramado una lagrimita? Yo creo que hasta la forma de asumir el fin de año viene de los programas heredados. Yo recuerdo que, a final de año, mi abuela se paraba al lado de una vitrina donde se guardan copas, platos, vasos y mientras mi tía la limpiaba, y ella contaba, con sentimiento, quien le había regalado esas copas, esa bandeja, esos platos, recordaba y evocaba historias, el rato era entretenido y gracioso porque con el paso del tiempo el nombre de aquellos que habían regalado las copas cambiaban y mi madre o mis tías refutaban: mamá pero esas no son las que trajo Consuelo cuando vino de Santo Domingo?, No mamá esas te las regaló el señor chucho que vivía en la pensión. Al final ya no supe quien regaló las copas solo me enteraba de muchas historias de personas, muy amables, que tuvieron un detalle con mi abuela en tiempos cuando yo aun no había nacido. La vitrina todavía existe solo que quien contaba las historias ya las cuenta y sonríe desde otro lugar. Así es el fin de año, muchos extrañamos sin saber por qué, es simplemente la energía de cierre o la conexión con los finales de nuestras historias. Mientras yo recuerdo a mi abuela ahora, otros quizás hacen balances o proyectan sus planes, todo eso y más nos surca el alma al punto de empoderarnos o detenernos según el grado de frecuencia o emociones que sostengamos. Algo se va, parece quedar a lo lejos en un espacio perdido; la otra cara de la moneda es que, algo llega, delante hay un sinfín de posibilidades que se acercan, por eso sugiero abrir este bello año 2013 con la intención de una nueva visión, conectándonos con los tres niveles en los que se expresa nuestro Ser: El Instinto, El Intelecto y la Intuición. Reconociendo estos eslabones tenemos mayor posibilidad de traer nuevos significados a los eventos de la vida. El instinto es el pasado, la herencia, las programaciones, nuestros ancestros. Honremos la historia familiar, nuestra tierra de origen, demos las gracias a la inteligencia eterna de la vida que nos sostiene. El Intelecto, es la mente, el presente, los conceptos, creencias, nuestras creaciones, las preguntas y respuestas. Replanteemos teorías, creemos nuestra nueva historia, dispongámonos al aprendizaje y a la vida con amor. La Intuición, el corazón, la verdad por revelarse, el acceso al nuevo tiempo, el espacio de los milagros. Siente, Cree, Sueña, ten fe, activa el poder de lo posible. Solo a través de la conexión armónica de los tres podemos expandirnos y avanzar sin transgredir nuestra historia, honrar más allá de la vida, a la existencia. En este nivel consciencia sabemos que nada se va, que algo se queda y que todo está por comenzar. Abrázate, quizás la añoranza ahora sea por lo eterno. 2012, No me despido, te agradezco. No te olvido, te honro y te celebro. Feliz año nuevo, gracias a todos por estar “En Buena Vibra”.
Ely Rodríguez.
Honrando a mi abuela materna Cenovia Peña.
Honrando a mi abuela materna Cenovia Peña.
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